La administración de las personas va a   constituir la clave de la competitividad   en este siglo. Los retos que confrontan las empresas en   cuanto a las exigencias individuales son cada vez mayores. Uno de   los factores que ha provocado este cambio fue el desarrollo   progresivo de las nuevas   tecnologías. La   administración de recursos humano se ve inmersa en   este asunto y debe adecuarse rápidamente y ajustar cada   una de sus áreas acorde a las nuevas necesidades que el   surgimiento de las nuevas tecnologías impone y de esta   forma estar en completa concordancia con las oportunidades del   entorno, las estrategias   empresariales y las características peculiares de la   empresa.
Dadas las condiciones actuales, las   características y expectativas de los empleados en las   organizaciones están cambiando a pasos   acelerados:
- Se valora mucho la autonomía del empleado.
- Los empleados tienen más compromiso con su profesión que con la empresa.
- El vínculo entre la empresa y el empleado es muy débil.
- Las tareas son menos programables.
- Alto grado de dependencia de la empresa sobre los contribuyentes claves.
Para esto, el director de recursos humanos debe tomar   las riendas y considerar algunas acciones   como:
- Aplicar una gestión de recursos humanos preactiva y fomentar la cooperación entre los gerentes de línea y el departamento de recursos humanos.
- Considerar los resultados de la empresa como una variable clave en el diseño de la aplicación de los programas de recursos humanos.
- Examinar continuamente el entorno competitivo.
- Considerar a los profesionales de recursos humanos como asesores internos que puedan proporcionar consejo y apoyo valioso para un mejor funcionamiento de la gerencia.
- Infundir un espíritu de destino común dentro de la empresa con el fin de lograr objetivos comunes.
- Fomentar y apoyar la flexibilidad dentro de la empresa para responder con rapidez a los cambios del entorno.
